Hace una semana viaje después de
mucho años a la ciudad donde vivía y pasando por una calle recordé los
tiempos en que me hacia cortes estilo militar o rapados extremos, yo en
este momento tenia un corte normal , pero al ver la peluquería antigua
nuevamente tuve la sensación de querer entrar, conforme iba llegando mi
corazón se aceleraba así que decidí entrar y pedir un corte no muy
extremo ,la peluquería estaba igual que siempre ,con sus 2 sillones
antiguos para adultos y uno con su caballito para niños, estaba vacía y
sus dos peluqueros mayores esperando a sus clientes, salude y me
senté,el maestro cogió la capa blanca y me la colocó alrededor del
cuello, yo esperaba la pregunta de rigor, hasta que me dijo los costados
y atrás alto , solo atiné a decir si atrás le da acabado militar pero
no me rape hasta la coronilla, el peluquero dijo veremos como sale el
corte. Cogió la maquina eléctrica y le puso el numero 1 y pasó por mis
patillas hacia arriba, yo veía como iba cayendo mi cabello por la capa
blanca, luego sacó la numero 1 y se quedó al cero, cogió mi coronilla y
la empujo hacia adelante, pego la maquina a mi nuca y comenzó a rapar
hasta la altura de mis orejas, yo sentía la maquina caliente en mi nuca y
me arrepentía de haber pedido ese corte, pero era demasiado tarde, el
peluquero seguía su tarea de pelar mi nuca,de reojo veía el espejo de al
frente y reflejaba una nuca totalmente blanca, de pronto entro un joven
con un corte militar crecido y se sentó frente a mi sillón, estiro sus
piernas y se quedaba mirando fijamente mi nuca que iba quedando cada vez
más pelada,primero pensé que se reía de ver mi pelada blanca, pero se
veía que disfrutaba ver esa masacre.El otro peluquero lo llamó a
sentarse y esperé que corte pedía. le dijo el corte de siempre así que
el peluquero cogió su maquina al cero y empezó a raparlo por los
costados hasta la altura de la sien y pasó hacia la nuca ,inicio la
rapada de abajo hacia la coronilla y el joven iba quedando como un
marine,luego puso la numero 1 le pasó de la frente hacia la coronilla
quedando totalmente rapado como un militar, mientras tanto mi peluquero
iba terminando mi corte con la afeitada de las patillas y la nuca.
termino conmigo y el joven me dijo le quedo bien el corte señor, la
próxima vez anímese a cortarse como yo. Solo sonreí y me despedí de la
peluquería.Solo afuera me di cuenta que tenia que enfrentar el nuevo
corte con mi familia.Felizmente les gustó y estoy pensando una próxima
visita al peluquero para pedir el mismo corte que el joven.
1 comentario:
Excelente historia
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