lunes, 14 de febrero de 2011

Cambio drástico involuntario

Fue sábado por la mañana, me metí en la ducha antes de desayunar , cuando salí de la ducha me peine y pensé que tenia que ir a mi peluquero habitual para ir esta semana a cortarme el peloa, para ir guapo a la boda de mi amigo el próximo Sábado. Fui a desayunar, y seguía pensando en cortarme el pelo y como cortármelo esta vez, pense en que me lo cortara mas corto que ya me cansaba estar tanto tiempo delante del espejo para levantarme el flequillo. En esto que me llamo mi novia para quedar a comer, y después de un rato le comente que esta semana quería ir a la peluquería, ella me dijo que había pasado por la puerta y estaba cerrada por vacaciones. Entonces cuando colgué pensé que tenia libre la mañana y para que esperar, cogí y le dije a mi padre que si la peluquería del barrio seguía abierta, me dijo que si, que el todavía iba allí y que el peluquero cortaba muy bien el pelo, que lo cortaba a navaja como los peluqueros de siempre. Mi padre es un hombre con un corte de pelo normal clásico y bien repeinado. Entonces me decidí y fui a la peluquería, una vez llegue a la puerta me dije – ahora como le digo que quiero el pelo?. Me empecé a poner algo nervioso y entre. Habían reformado toda la peluquería estaba muy moderna y bonita. Dentro estaba el peluquero Rafa de unos cuarenta años pero modernito y sentado un caballero de unos cincuenta años cortándose el pelo, El peluquero le estaba cortando el pelo a navaja como me había comentado mi padre, era un corte clásico con la raya al lado. Yo entre, y salude y el peluquero me respondió, y me dijo que me sentara un poquito que enseguida estaba con migo. Cogí una revista y empecé a pasar una hoja detrás de otra sin ver nada en concreto, no sabia que hacer. Llevaba mas de un año con el pelo corto por detrás y bastante largo de arriba tipo los modelos de ahora con un gran tupe, bastante modernito, el flequillo si no me lo levantaba me tapaba los ojos. Y ya estaba algo arto, mientras ojeaba la revista miraba a todos los chicos que salían en ella haber si alguno tenia algún corte que me gustara para decírselo al peluquero, en esto que termino con el hombre y mientras le cobraba me dijo que pasara a los lavabos. Cuando le cobro paso a lavarme y después me sentó en la silla, el empezó a peinarme y mientras me quitaba el pelo de los ojos me dijo.- Madre mía chico, ¿todos los días te levantas todo este pelo?. A lo que yo le respondí.- Si todos los días, pero ya me cansado de levantármelo. Entonces el me dijo la típica pregunta.-Bueno entonces como lo cortamos. En ese momento pensé que antes de llevarlo así, lleva la típica crestita y los lados y lo de atrás rapado al dos, era cómodo y me quedaba bien, entonces le dije.- Córteme los lados y lo de atrás al dos - El me paro y me dijo que el peine del dos se le había roto una pestaña anteriormente con un chico que había ido esa mañana y no se sujetaba en la maquina. Entonces me dijo que si quería me pasaba el uno o el tres y sin responderle me comento, que me pasara el uno que me quedaría bien y que el chaval anterior se lo había pasado al uno y se había ido muy contento. Yo le asentí con la cabeza diciéndole que me parecía bien. Entonces el tal Rafa empezó a raparme la nuca yo no veía nada, pero cuando llego al lado derecho lo vi todo blanco, pensé que hubiese sido mejor pasarme la tres pero bueno ya estaba echo y en una semana lo blanco desaparece. No me preocupaba demasiado, el siguió pasando la maquina asta que termino los laterales y me dijo.- Con la parte de arriba que hacemos lo rebajamos a la mitad. Yo le dije inmediatamente.- No mas corto que si no tengo que pasar casi el mismo tiempo delante del espejo y ya no quiero perder ni un segundo. Yo pensé, de perdidos al rio. En un principio si me lo hubiese cortado nada mas que la mitad, pero al verme tan corto los lados si me dejaba la mitad de pelo hacia arriba iba a parecer Bart Simpson, a si que era mejor que me lo cortase corto aunque se quedara algo de punta. Entonces el peluquero cogió un peine su navaja y comenzó a peinarme mi largo flequillo, lo levanto con el peine que estaba sujeto con su mano izquierda y paso la navaja con un movimiento rápido pegado a la parte superior del peine, reduciendo el flequillo a algo menos de la mitad, se quedo todo tieso y eso que estaba mojado. El peluquero siguió reduciendo de la misma manera la parte de arriba. En esto que paro y me dijo que todos los días a la misma hora pasaba lo mismo. Que desde que hizo la reforma y quito el toldo de la entrada el sol entraba por la ventana se reflejaba en el la mesita que había en la recepción, que la parte superior es de espejo y a su vez se reflejaba en el tocador y nos deslumbraba a los dos. El peluquero giro la silla, me puso mirando a la pared de manera que ya no me veía, el siguió cortando, yo solo veía caer pelo sobre mi capa, pero a parte de los primeros cortes que fueron mechones grandes, cuando me giro solo caían trocitos muy pequeños no superaban medio centímetro. También oía como sonaba al pasar la navaja pegada al peine, yo pensaba, cuando acabe este hombre se queda con la mitad del peine. Yo ya estaba tranquilo empecé hablar con el de diversos temas, a todo esto el peluquero seguía cortando y yo veía caer trocitos pequeños de pelo, en esto que entro un chaval del barrio de toda la vida, el siempre va a esa peluquería desde chico y desde que lo conozco el pelo lo lleva muy cortito al uno por detrás y arriba con tijeras, pero corto para no tener casi que peinarse. El se acerco saludo al peluquero y me miro. Entonces me dijo – No te había reconocido menudo cambio de look, casi te pareces a mi. Yo le eche media sonrisa y le conteste que estaba algo arto del tupe ese. El se sentó en una de las sillas y yo me quede un poco preocupado pensando si el peluquero este se había pasado o es que el chico al verme sin mi típico tupe y la parte de atrás tan rapadita le había sorprendido. En esto el peluquero dejo la navaja cogió su cepillo, me empezó a sacudir los pelos mientras me desabrochaba la capa por detrás y me dijo.- Bueno ya esta, ahora no vas a perder tiempo delante del espejo. Con la misma giro la silla y me mire en el espejo, la media sonrisa que tenia desapareció, estaba totalmente rapado, no lo podía creer, no se notaba ningún corte de la maquina a la parte de arriba con la navaja, la verdad es que el hombre es un fenómeno, no le hacia falta maquinilla para dejar rapado a alguien. Me quede tan blanco al verme en el espejo, que ya no se notaba la blancura de toda la cabeza con mi cara. Me levante de la silla sin dejar de mirarme en el espejo y sin decir nada me aproxime a pagar. El chaval de mi barrio se levanto y le dijo al peluquero.- Hoy quiero que me lo cortes como el chico este, me dio las vueltas y nos despedimos. Cuando salí solo hacia tocarme la parte superior de la cabeza y sobretodo intentar agarrar me el minúsculo pelo que quedaba de aquel antiguo flequillo. Llegue al coche me monte y solo hacia mirarme en el retrovisor mientras me preguntaba que porque dije (¡¡¡No mas corto que si no tengo que pasar casi el mismo tiempo delante del espejo y ya no quiero perder ni un segundo!!!) en esto que llegue a recoger a mi novia para ir a comer y cuando se metió en el coche y me vio se quedo mas blanca que yo cuando me vi. No quiso darme ni un beso y lo único que me dijo que si era tonto por cortarme el pelo así que ya tenia 28 años para estar haciendo el tonto. Yo le explique como paso, pero nadie me creyó, ni mi novia , ni mis padres todos me dijeron que yo me empeñe en cortarme ese día el pelo, y ya lo tenia todo pensado pero ahora me justifico echando la culpa al peluquero. Ahora de pelo de moda, a marine americano o modelo de Dolce & Gabana. Bueno ya crecerá.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

mui buena historia pero tengo una duda, son inventadas?

ayudamearaparme dijo...

HOLA, GRACIAS POR VER MI BLOG, ALGUNAS SON INVENTADAS Y OTRAS ME LAS MANDAN POR E-MAIL.

Anónimo dijo...

aaaa ok estan muy buenas, gracias y exelente blog felicidades